domingo, 8 de junio de 2014

Ismael Lo y Tajabone

De pronto sientes la percepción de no saber cómo llegaste pero estás sentada alrededor del fuego en una pequeña isla del África subsahaiana, muy cerca del mar. Hay gente a la que quieres y gente a la que no conoces y observas con placer que algunas de las cosas que buscaste están allí, mientras que otra parte de ti  deja entrar  todo lo demás sin hacer preguntas. La música es una vez más  el hilo conductor. Es lo que nos acerca. Y cuando esa canción empieza a sonar ya no hay nada más.


 Velada en la isla de Carabane

El  16 de abril de 1999 se estrenó en España la película "Todo sobre mi madre" de Pedro Almodovar. Yo tenía 15 años, me gustaba el cine, y no sabía que un día viviría en África. Fui sola al cine el día del estreno, y recuerdo muy bien dos cosas: que a penas había nadie en la sala y que era muy feliz.

Fue en el cine Florida, que ya no existe, como ya no existe mi pasión por el séptimo arte, ni  tantas otras cosas que un día formaron parte de mi vida y que ya no  echo de menos.

En esa película que tanto me gusta, hay muchas escenas que muestran una gran sensibilidad plástica, dónde el director usa el guión, la fotografía y la música  para transmitirnos las emociones  y puntos de vista de sus personajes. Una de ellas,especialmente inolvidable, es en la que aparece la canción Tajabone del cantante senegalés Ismael Lo.



                                          Tajabone, Todo sobre mi madre
A veces ocurre que al acabar de escuchar por primera vez una canción, ésta toca algún punto indeterminado de tu sensibilidad que hace que sientas unas inmensas ganas de volver a oírla. Entonces, en cuanto tienes un momento, buscas su nombre en Internet, y ahí empieza, ya sabéis, un bucle mental que durante días te hará pulsar el botón "play" una y otra vez para sentirla de nuevo. Es un flechazo que te entra por los oído. Como a mí me entró la hermosa melodía de Tajabone el día que la escuché por primera vez.

Lo que ocurría en ese mes de abril de 1999, es que ese "play" tan fácil de pulsar ahora, era inexistente, y la única posibilidad para mí en aquel entonces de poder escuchar la canción de Ismael Lo, fue la de ir cada semana a una conocida tienda de discos en Madrid, que exponía la banda sonora de Todo sobre mi madre. 

Todos nos enamoramos de muchas canciones a lo largo de nuestra vida, algunas de las cuales llevan bellas historias detrás, así que no hace falta pues que me extienda, explicando lo que siento cuando escucho esta canción.  No es de ese sentimiento tan particular que te une a la música del que quiero hablar ahora, si no de algo mucho más extraordinario, impreciso, pero completamente real, y es de la manera en que ciertas cosas que fueron  significativas para ti regresan a tu vida, formando un círculo sincrónico perfecto de causas y efectos del que a menudo no eres conscientes.

Esa apreciación de la perfección y el encanto de vivir, es la que vino a mi consciencia durante el concierto que Ismael Lo hizo en el Instituto Francés de Dakar hace unos días. Cuando él empezó a tocar Tajabone, no recordé la película de Almodovar, ni lo que sentí la primera vez que la escuché. Fue algo mucho más grande y emocionante, algo que vino en forma de pregunta: ¿Soñaba la María de 15 años, cada vez que escuchaba en aquella tienda esa canción, con vivir en Senegal algún día? No. Esa chica,  no podía imaginar que  15 años después estaría en un concierto a cielo descubierto emocionándose  con la misma melodía que ahora le ponía los pelos de punta, a tres metros del cantante que la había compuesto.
Y fue increíble durante unos segundos, encontrarme con esa jovencita que fui, y con su ignorancia  y sentir la perfecta conexión y coherencia de la vida, y ese círculo perfecto, cerrándose.  Júbilo era lo que sentía el preguntarme  por todo lo que ignoraba ahora de la vida que tendría dentro de 15 años, y que en ese momento me era imposible saber. ¿Qué me esperaba que yo no espero? ¿cuántas  emociones de hoy volverán a buscarme mañana? 


Aquella noche volví a ver, una vez más, que todo lo que sentimos y hacemos deja una huella y que en cada una de estas cosas hay una premonición.



Resumen del concierto de Ismael Lo en el Instituto Francés

"Tajabone nosotros vamos a tajabone.
Abdou Jabar es un ángel que viene desde los cielos hacía tu alma 
Él te preguntará si has orado
 
Él te preguntará si has ayunado
 
Él viene hacía tu alma

Él viene a tu alma a preguntar si has orado, si has ayunado"



















Esta historia empieza aquí

3 comentarios:

  1. Ufffff... Me has tocado el alma una vez más, amiga. Recuerdo perfectamente esa canción, no ha dejado de sonar en mi cabeza mientras sonreía en cada línea. Justo un año después nos conocimos. Está claro: estaba escrito también.
    Un día menos para el reencuentro.
    Besos y sonrisas :))

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  2. María querida, la música y el cine, aunque en este último caso ya no te produzca la pasión de antes, están tan interiorizados en tu alma que al leerte uno siente palpablemente la emoción de estar viendo la mejor de las peliculas, acompañadas sus imágenes de la más fabulosa banda sonora, porque las palabras, que hay quien dice son solo palabras, son mucho más, son un manantial de emociones cuando quien las pronuncia os escribe lo hace con la pasión desbordante de vivirlo todo con intensidad.
    Así fue siempre y así sigue siendo y tú siempre serás la principal protagonista femenina de la mejor de mis películas, la propia vida. Gracias por hacernos estos regalos.
    Un abrazo muy fuerte

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  3. https://www.youtube.com/watch?v=S5nDj4vSR1g

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